La nueva Brooks Bedlam podría resumirse en una especie de Levitate 2 para pronadores. Lanzada casi al mismo tiempo que la Ricochet, completa la terna de zapatillas de la marca americana con el novedosa compuesto DNA AMP en la mediosuela y que con corte superior dominado por el premium Fit Knit suponen una apuesta fuerte por parte de Brooks y no solamente por el elevado precio de venta.
Al tratarse de un nuevo modelo no hay precedentes directos más allá de aprovechar la base de la mencionada Levitate 2. El corte superior se basa en el estupendo Fit Knit que se ajusta perfectamente con la adición del sistema "Dynamic Hammock" por la cara interior que no solamante incluye unos ojales similares al "FlyWire" de Nike sino que se trata de una pieza que va desde el talón hasta el final del empeine e incluye la lengüeta para reforzar la sujeción y lograr una mayor estabilidad. Como es habitual en estos acabado de Brooks, el logo (en este caso solamente en la cara exterior) se ha dibujado con pintura reflectante para incrementar la visibilidad en condiciones de baja luminosidad.
En la mediosuela de la Brooks Bedlam destaca la última evolución de la tecnología "Guide Rails" para guiar la pisada en vez de usar diferentes densidades, solución ya empleada en zapatillas tope de gama para pronadores de Brooks como la Transcend 5. El resto es una pieza de DNA AMP. La suela es muy similar a la que usa su hermana para corredores neutros Levitate 2 con grandes puntas de flecha en la parte delantera buscando una transición más rápida y con el llamativo compuesto "Crystal Rubber" que ya ha protagonizado algunas quejas acerca del limitado agarre sobre superficies mojadas.