Muchos cambios presenta la nueva Brooks Caldera 4 para mantener el espíritu de una zapatilla extremadamente cómoda pensada para correr largas distancias sobre terrenos poco técnicos como caminos y senderos, si bien la nueva suela sugiere que puede moverse bien en otras superficies más complicadas. Junto con la nueva configuración de suela se han mejorado los refuerzos del corte superior, pero para quiera ir un poco más allá (no solamente en prestaciones, sino también en peso y... precio) y quiera seguir usando Brooks, quizás la mejor opción sea su hermana mayor Cascadia 14.
Se percibe un salto de calidad respecto a su predecesora Caldera 3 y el corte superior ha sido rediseñado con un tejido transpirable sobre el que se asientan una serie de refuerzos termosellados que confieren una estructura que permite una mayor consistencia al conjunto. El sobredimensionado logo de la marca americana en los laterales sigue la tendencia vista en los modelos de asfalto como la popular mixta Launch 7 y la extensión vertical de la mediosuela aumenta la sensación de cantidad de amortiguación mientras que ofrece una mejor sujeción lateral. La parte delantera goza de una generosa protección de los dedos frente a los diversos objetos que se puedan encontrar en el camino.
En cuanto al resto de la Caldera 4, la mediosuela no presenta novedades en cuanto a materiales y sigue confiando en el fiable compuesto BioMoGo DNA si bien se ha modificado ligeramente la geometría para mejorar el comportamiento dinámico, manteniendo los 4 mm de drop. La suela cambia radicalmente su diseño usando tacos no muy profundos pero sí bien separados para mejorar una de las quejas constantes de los usuarios acerca de la tracción en terrenos algo más técnicos que un camino de tierra. En cuanto a goma sigue confiando en el compuesto específico TrailTack™, así que habrá que esperar al veredicto de corredores independientes para saber qué tal funciona la combinación.