Hay pocos cambios en la Brooks Mazama 2 después de la estupenda acogida de la primera edición, algo que comparte con su hermana mayor Caldera 2 y veremos si no pasa también con la renovación del buque insignia de Brooks dento del segmento trail, la popular Cascadia 12. La marca americana ha hecho pequeñas mejoras tras las quejas sobre la excesiva estrechez del modelo anterior manteniendo la mayor parte de la Mazama, incluyendo los 6 mm de drop y ganando así mucha visibilidad dentro del segmento de zapatillas para correr rápido por montaña frente a la serie S-Lab de Salomon (seguramente el precio de compra tenga mucho que ver) y desplazando a una Mizuno Wave Hayate 3 que no acaba de cuajar.
Los escasos cambios que hay respecto a su predecesora Mazama se dan en un corte superior para conseguir un poco más de holgura sin que se vea afectado un ajuste seguro y preciso. El refuerzo de la puntera se extiende hasta casi el mediopié para mejorar la resistencia frente al roce con ramas y piedras sueltas del camino alargando la durabilidad de la zapatilla, pero hace saltar las dudas acerca del comportamiento del material en la siempre delicada zona de flexión. Se mantienen tanto la fina lengüeta que está unida a los laterales con un tejido elástico que envuelve el pie y previene la introducción de molestas piedrecitas y/o polvo como el práctico bolsillo para guardar el exceso de cordones evitando que puedan engancharse en alguna rama que se encuentre por el camino.
Tal y como se mencionaba anteriormente, el resto de la Mazama 2 se mantiene idéntico, posiblemente dejen para una tercera edición una mejora de la suela. La amortiguación de BioMoGo DNA no es abundante y ofrece un tacto tirando a duro con una buena respuesta, algo que a lo que también contribuye la placa antirroca que protege al pie de objetos punzantes. La suela mantiene el original diseño con las partes delantera y trasera claramente diferenciadas en donde prima una gran flexibilidad para adaptarse a las irregularidades del terreno y proporcionar una mejor respuesta, si bien los grandes agujeros de la parte delantera pueden llegar a acumular piedras o barro. Los tacos multidireccionales en forma de flecha no son demasiado prominentes y eso puede provocar problemas de agarre en terrenos técnicos.
