La nueva Hoka One One Carbon X es claramente una respuesta al éxito de la Nike Zoom Vaporfly 4% Flyknit pero sin ser realmente competencia. Su presentación en sociedad fue el reto ("Project Carbon X") de batir el record de los 100 km tanto en versión masculina como femenina. No se consiguió, pero por el camino Jim Walmsley sí que pudo batir el de las 50 millas (80,46 km) que tampoco está nada mal. Con la gran acogida que tiene la marca americana (pero de origen francés) entre los triatletas, no es atrevido aventurar que será una de las zapatillas más populares en el segmento de carrera a pie de las competiciones de larga distancia como los IronMan®.
El corte superior de la Carbon X cuenta con un diseño bastante limpio basado en una malla de una sola capa para una buena transpiración sobre la que se encuentran refuerzos cosidos en la parte posterior para un ajuste seguro. La lengüeta cosida a los laterales evita que se formen incómodos pliegues y además impide que entren las tan molestas piedrecillas o polvo. La parte trasera aporta una ligerísima rigidez al conjunto y la cinta que facilita su transporte recuerda a la de otras zapatillas voladoras como la Nike Zoom Fly Flyknit.
Lo más interesante de la Carbon X está en la sobredimensionada mediosuela con una placa de fibra de carbono entre materiales de diferentes cualidades que fomenta una transición rápida y un mayor impulso en el despegue de la zancaza más allá de la peculiar geometría definida como Meta-Rocker™. La otra novedad es el compuesto ProFly™ que es más suave en el talón para incrementar la comodidad y más firme en la parte delantera para aumentar la fuerza de despegue. Por último, el compuesto en la parte más cercana al suelo (que además hace de suela) es de EVA inyectada culminando una base bastante ancha y en constante contacto con el suelo salvo por los agujeros centrales que dejan ver la mencionada placa de fibra de carbono.
