Grata sorpresa la de la Hoka One One Rincon que encaja en la creciente colección de la marca americana de origen francés como un punto intermedio entre la contundente Clifton 6 y una más respondona Mach 2. Caso aparte sería el de la Carbon X que con su fibra de carbono sería un modelo especial. Volviendo a la Rincon, dentro de que es una zapatilla maximalista con la imponente mediosuela típica Hoka One One, 5 mm de drop y un peso muy reducido, se podría decir que se encuadra en la difusa frontera entre las zapatillas de entrenamiento y las mixtas, un terreno cada vez más poblado gracias a la versatilidad de sus ocupantes.
El corte superior de la Rincon es bastante sencillo e incluso falto de estructura buscando ligereza y transpiración. Llama la atención la cincha trasera en lo que es un claro guiño al sector de carrera a pie en triatlón, una especialidad en la que Hoka está cada día más presente. La lengüeta no está especialmente acolchada y quizás sea un poco más corta de lo habitual, lo que pudiera llegar a ser un problema para aquellos corredores que usen los últimos ojales.
Sin duda lo más interesante de la Hoka One One Rincon es la imponente mediosuela de EVA comprimida que ofrece una abundante amortiguación más bien tirando a blanda. La configuración Meta-Rocker ha sido revisada ligeramente para favorecer una transición más rápida, algo que a lo que también ayudan las estrías presentes en los laterales del compuesto. La suela está en permanente contacto con el suelo y la escasa presencia de refuerzos de goma algo más dura invita a dudar acerca de la durabilidad de la misma, un punto que sin duda mejorará en ediciones venideras.