La Mizuno Wave Shadow llega al mercado de las zapatillas mixtas a ocupar el sitio que dejó la saga Wave Sayonara que aunque empezó muy bien en sus dos primeras ediciones, su aceptación (ventas) fue cayendo a pesar de las rebajas de precio. El departamento de marketing de la marca japonesa ha decidido ofrecer una zapatilla versátil y ligera, con 8 mm de drop (por los 10 mm de la Sayonara) y algo más de amortiguación que la voladora Wave Hitogami 4, lo que hace a la Wave Shadow una opción estupenda para largos rodajes controlados y competiciones en asfalto como medio maratón.
Son tantos los cambios respecto a la teórica predecesora Wave Sayonara 4 que es lógico que desde Mizuno hayan optado por un nombre nuevo. El corte superior es más limpio y prescinde de los elementos cosidos incluyendo la protección de la puntera, si bien utiliza termosellados para en los laterales para una buena sujeción del mediopié. Destaca lo abierto de la malla en la parte delantera que sin duda ofrece una gran ventilación que se agradece cuando los ritmos son altos.
La mediosuela de la Wave Shadow tiene ese tacto firme tan característico de Mizuno. Utilizando como base el probado compuesto U4ic, la mediosuela incorpora la placa CloudWave™ (ya vista en la popular Wave Rider 20) para proporcionar una transición suave y una estupenda estabilidad sin llegar a corregir la pronación como su hermana Wave Catalyst. La suela mantiene tanto la configuración clásica de la marca japonesa con las partes delantera y trasera independientes como un material más resistente (X10) en las zonas más expuestas para una mayor durabilidad. Aunque conserva la tecnología SmoothRide™, las ranuras de flexión en la parte delantera ya no son transversales sino diagonales, así que habrá que esperar para comprobar cómo afecta al conjunto. Como curiosidad, las pequeñas ranuras entre tacos generan dudas acerca de su capacidad para atrapar las típicas piedrecitas.