Es una buena noticia que haya una New Balance Fresh Foam Vongo v4 porque eso significa que una apuesta arriesgada por parte de la marca americana está funcionando bien. Arriesgada porque se trata de una zapatilla para pronadores sin la clásica inserción de una densidad más firme en la parte interna del mediopié que apuesta por una geometría variable de un mismo compuesto, una solución que han ido adoptando otras marcas como Brooks en la Adrenaline GTS 19, si bien Brooks no juega con la geometría de la mediosuela sino que utiliza el sistema "Guide Rails". Para aquellos corredores que prefieren una zapatilla más "tradicional", la 860 v9 es una opción más que interesante.
Entre los cambios más detacados respecto a la edición anterior Fresh Foam Vongo v3 está un corte superior de tipo botín y estética muy moderna que recuerda a la Brooks Bedlam, especialmente por el diseño del collar alrededor del tobillo. Aunque la malla presenta multitud de orificios de ventilación para incrementar la transpiración, ambos laterales están reforzados para mejorar la sujeción y aportar un extra de estabilidad junto con el contrafuerte asimétrico del talón.
La mediosuela de la Fresh Foam Vongo v4 sigue siendo de una única pieza del compuesto estrella Fresh Foam y mantiene una geometría muy similar, añadiendo pequeñas perforaciones en el centro de los hexágonos (similares a las vistas en su hermana para neutros Fresh Foam More) para mejorar el comportamiento dinámico. La suela se mantiene intacta con un gran surco en la parte central que separa materiales de diferente densidad para combatir la pronación e incrementar la durabilidad. El taquedo sigue siendo de hexágonos de múltiples tamaños según la zona donde se encuentren para adaptarse mejor al terreno buscando una transición más suave.