La recién llegada Saucony Triumph 18 es la segunda iteración después de que la marca americana abandonara el sistema ISOFIT y no puede defraudar a los incondicionales con el precio de venta tan elevado que gasta. Siendo el buque insignia en cuanto a tope de gama para neutros no se puede esperar menos que lo último (y mejor) en materiales mientras que ofrece una abundante amortiguación. Lo bueno sin duda es que el compuesto PWRRUN+™ ha cuajado bien como único miembro en la mediosuela y solamente han sido necesarios unos ajustes por otros lados para subir un escalón el nivel de rendimiento de la Triumph 18.
Visualmente destaca la renovación completa del corte superior respecto a su predecesora Triumph 17 que ahora es de una sola pieza con piezas termoselladas para mejorar el ajuste. La parte trasera crece en altura para ofrecer una mejor protección a la zona del aquiles y sorprende lo muy mullida que está la lengüeta, que además está unida al resto de la zapatilla por ambos laterales lo que garantiza no solamente un buen ajuste sino también que se cuelen las molestas piedrecitas a lo largo del camino. Por decir alguna pega, quizás la transpiración no sea el punto fuerte.
Como se ha comentado anteriormente, la Saucony Triumph 18 mantiene una mediosuela completamente hecha de PWRRUN+™ que parece que ha superado satisfactoriamente las exigencias en cuanto a comodidad, ligereza y respuesta de una zapatilla premium que lucha por competir con la popular Asics Gel Nimbus 22. El punto que parece un poco más flojo es la rapidez, aunque quizás sea algo que no es la prioridad de potenciales compradores. De cualquier manera se ha tratado de mejorar de dos formas: se han incorporado más surcos en los laterales de la mediosuela para incrementar la flexibilidad y se ha rediseñado ligeramente la suela, que deja de utilizar el llamativo "Crystal Rubber" en favor de "XT-900" mientras mantiene la base de la configuración "TRI-FLEX" para facilitar una transición más rápida.
