No hay duda de que no hay otra zapatilla para correr dentro de la marca alemana más deseada que la Adidas Adizero Adios Pro 3. No solamente porque es el modelo que calzan casi todos los atletas élite del equipo patrocinado por la marca (parece que tampoco es que tengan muchas otras opciones) sino por las expectativas que provocan los cambios tecnológicos que no solamente nos permitirán arañar unos preciosos segundos por kilómetro sino que también permiten una recuperación "menos lenta" que habiendo competido con una zapatilla voladora "tradicional". El precio a a pagar (no solamente en tienda y eso que no es precisamente barata) es tener que acostumbrarse a una pisada nueva con ese mazacote de mediosuela y la tan criticada poca estabilidad que confiere.
Respecto a su predecesora Adidas Adizero Adios Pro 2 hay bastantes cambios y no solamente en el aspecto más criticado como es el caso de la estabilidad. El corte superior sigue confiando en una evolución de Celermesh que destaca por su ligereza y transpirabilidad pero no por un ajuste que debería ser milimétrico. La finísima lengüeta no está cosida a ambos laterales pero se mantiene en su sitio si se pasan los cordones por los ojales centrales. Llama la atención la ausencia de un contrafuerte en el talón al uso, reemplazado en este caso por una banda exterior que proporciona cierta consistencia al conjunto.
Lo más interesante de la Adidas Adizero Adios Pro 3 está en la mediosuela para sorpresa de nadie. En primer lugar se ha ensanchado la parte trasera para ofrecer una mayor estabilidad, el drop se ha reducido ligeramente y también se han rediseñado los EnergyRods que ahora no son solamente unas varillas de fibra de carbono sino que forman parte una pieza que empieza en el talón. Además de lo anterior, la mediosuela presenta ciertos cortes en el compuesto estrella LightStrike Pro que favorecen una transición más rápida. La suela también ha sido rediseñada y aunque mantiene la colaboración con el prestigioso fabricante de neumáticos Continental™, sigue dando la impresión de que la durabilidad no es su punto fuerte. De cualquier manera parece que la tracción y el agarre están a la altura de las expectativas. Ale, a correr.