La renovación de la Brooks Bedlam 2 cumple con la idea de la edición original, que no es otra que ser una versión para pronadores de la correspondiente Levitate 3. Por peso (y precio) estaría más cerca de la Transcend 6 dentro del catálogo de la marca americana, pero por sensaciones (reactividad) corriendo quizás la más similar sea la popular Adrenaline GTS 19. No hay mejor manera para salir de dudas que calzarlas.
Al igual que el resto de compañeras de colección Energize, el mayor cambio respecto a su predecesora Bedlam se da en un corte superior renovado, mucho más transpirable en la parte delantera y que se ayuda en ambos laterales de un sobredimensionado logo termosellado para una mayor consistencia del conjunto. La lengüeta es significativamente más corta y está mejor integrada permitiendo una sujeción segura y cómoda con la presión personalizada de los cordones. Se ha incrementado el acolchado alrededor del tobillo y llama la atención la cincha posterior (típica en zapatillas que buscan calzarse rápidamente como en las transiciones de triatlón) cuya presencia hace pensar en dificultades a la hora de calzarla.
El resto de la Bedlam 2 se mantiene igual, destacando sobre la pieza de compuesto estrella DNA AMP, la última evolución de la tecnología GuideRails® para guiar la pisada en vez de usar diferentes densidades, una solución extendida entre los modelos con soporte a la pronación de la marca americana, si bien algunas zapatillas como la Ravenna 10 usan una versión más reducida. La suela tampoco cambia manteniendo un diseño con grandes surcos con forma de flecha en la parte delantera para favorecer una transición más rápida.
