El mercado de zapatillas rodadoras para corredores neutros donde se mueve la nueva Brooks Ghost 11 es muy exigente y la amplia base de usuarios hace que haya una competencia feroz por parte de modelos tan populares como Nike Air Zoom Pegasus 35 o Adidas Solar Glide. La marca americana apuesta por ofrecer una zapatilla sólida donde ir introduciendo innovaciones que mejoren el rendimiento tanto para el entrenamiento diario como la carrera de larga distancia sobre asfalto. Como es habitual, se ofrece una versión con membrana impermeable GORE-TEX® para combatir condiciones climatológicas más exigentes.
No son pocos los cambios que se presentan respecto a su predecesora Ghost 10 y además lo hacen en todos los aspectos de la zapatilla. En el corte superior se renueva la malla que sin llegar a ser la premium Fit Knit de su hermana mayor Levitate 2, sí ofrece una gran elasticidad para adaptarse dinámicamente al contorno del pie sin dejar de lado la transpiración con grandes agujeros de ventilación en la parte delantera. Se mantiene la comodidad interior y lo mullido de la zona del collar para un gran confort de marcha.
Quizás lo más interesante en la Ghost 11 sea la incorporación de la almohadilla de DNA LOFT (estrenado en la tope de gama Glycerin 16) que incorpora la parte exterior de la zona trasera para aportar un toque más suave en el aterrizaje. El resto de la mediosuela sigue con el fiable BioMoGo DNA por lo que no hay cambios en la respuesta y el resto de comportamiento dinámico de la zapatilla. La suela mantiene intactos los surcos de flexión (Omega Flex Grooves) para una transición suave pero rápida mientras simplifica el diseño de los tacos para evitar que se acumulen las molestas piedrecitas del camino.