Muchos cambios en la Brooks Ravenna 9 que si bien en ediciones anteriores estaba claramente en el segmento de zapatillas de entrenamiento rondando los 300 gramos, en esta edición rebaja su peso (algo ya visto en su hermana mayor Adrenaline GTS 18) y se sitúa mucho más cerca de zapatillas mixtas para pronadores como la Asics Gel DS Trainer 23 o la Adidas Adizero Tempo 9. Mantiene los clásicos 10 mm de drop y su estupendo compromiso entre amortiguación y estabilidad para competir a tope en distancias hasta maratón.
El corte superior ha cambiado radicalmente respecto a su predecesora Ravenna 8 siendo ahora mucho más limpio, destacando una malla multicapa con grandes agujeros para incrementar la ventilación y un refuerzo poco intrusivo que va desde la parte trasera hasta el comienzo del empeine para un mejor ajuste. Al igual que otros modelos de zapatillas Brooks como Launch 5, el generoso acolchado alrededor del tobillo es típico y por supuesto bien apreciado por los fieles a la marca americana.
La composición de la mediosuela sigue confiando en el gran rendimiento de lo visto en ediciones anteriores y mantiene el sistema de estabilidad Diagonal RollBar (DRB) que se basa en la combinación de un compuesto BioMoGo DNA de doble densidad para corregir el exceso de pronación con una pieza de TPU en el mediopié (DRB Accel) que aporta mayor rigidez frente a la torsión. La suela también continúa lo ya existente si bien las grandes ranuras de flexión en la parte delantera se vuelven más rectas buscando una mayor flexibilidad que mejore la respuesta. Aunque el agarre sobre mojado es uno de los puntos menos fuertes de las suelas de la marca americana, un material de mayor dureza (HPR+) se emplea en las zonas más expuestas para aumentar la durabilidad.
