Pocos cambios presenta la New Balance 1500 v4, lo que por una parte es bueno porque confirma que la plataforma ofrece un buen rendimiento y tiene una buena acogida por parte de los corredores. Lo malo es que los pequeños cambios obligan a una actualización (subida) del precio que muchas veces no se justifica. Como novedad, la gente de New Balance ha sacado al mercado una edición T2 donde el clásico sistema de cordones se ha reemplazado por la curiosa solución de Boa® que se basa en unas cintas de velcro que se ajustan mediante la tensión de un cable que se enrolla en una especie de disco que permite el desabrochado rápido con un toque, algo especialmente útil para triatletas.
El cambio más importante respecto a su predecesora 1500 v3 se da en un renovado corte superior que incorpora una malla tejida que tan de moda ha estado en el 2017 y que seguirá en el 2018 gracias a su tacto suave y buena transpiración con multitud de agujeros de ventilación. La estructura que crean los elementos termosellados (FantomFit) permite una buena sujeción del pie mientras que la lengüeta está unida a los laterales mediante una tela elástica (Meta-Lock, también disponible en otros modelos como la Fresh Foam Boracay v3) para un mejor ajuste del mediopié. El clásico logotipo de New Balance incorpora una especie de estela para realzar su pertenencia a la gama de zapatillas para correr más rápido.
Como cabía esperar, la mediosuela de la 1500 v4 sigue confiando en el compuesto REVlite (aquí todavía no llega el Fresh Foam) que ofrece muy bien rendimiento y se usa también en su hermana para corredores neutros 1400 v5. El control de la pronación utiliza la clásica solución de la doble densidad en la mediosuela en combinación con una pieza de TPU (T-Beam) que da un toque de estabilidad extra en el mediopié. Se mantiene la configuración de la suela tanto en el diseño del taqueado como en los materiales empleados.
