Al final tenía que pasar y la Saucony Ride 13 certifica el adiós definitivo al sistema ISOFIT dentro del catálogo de zapatillas de la marca americana. La Ride 13 se mantiene como la opción de zapatilla "clásica" de Saucony, una rodadora versátil, bien amortiguada y con 8 mm de drop. Se dice "clásica" en contraposición a otras apuestas menos "convencionales" por parte de Saucony como la renacida Kinvara 11 o la Freedom 3 que se enfocan hacia un estilo denominado "natural", ambas con solamente 4 mm de drop. El lujo es poder elegir.
Queda claro que el cambio más destacado respecto a su predecesora Ride ISO 2 se da en un corte superior muy similar al de su hermana mayor, la premium Triumph 18, con una malla de doble capa con elementos termosellados que son los que garantizan un buen ajuste. También llama la atención la escasez de agujeros de ventilación en la parte central lo que hace pensar en que la transpiración no sea uno de sus puntos fuertes.
La mediosuela de la Ride 13 está hecha de PWRRUN al igual que otras zapatillas de la marca como su hermana para pronadores Guide 13 en vez de la combinación EVERUN™ sobre base de PWRFOAM™ de la edición anterior. Más confort, menos peso, mejor respuesta... en fin, lo de siempre. El diseño de la suela presente mínimas variaciones, pero se prescinde del material "Crystal Rubber" en la parte delantera en favor del conocido y menos ostentoso XT-900. Se mantiene la configuración TRI-FLEX del taqueado que ofrece una buena relación entre agarre y rapidez en la transición.
