La Brooks Ghost 10 llega al mercado europeo con las pilas cargadas para posicionarse mejor dentro de la categoría de zapatillas rodadoras, con modelos muy establecidos como Saucony Ride 10, la Adidas Supernova Glide 9 o la Asics Gel Cumulus 19. La marca americana no termina de encontrar el éxito esperado en Europa y pese a las constantes mejoras de unos modelos de gran calidad y que destacan por su comodidad, quizás tenga que rebajar el precio para empezar a ganar cuota significativamente.
Si ya en su predecesora la Ghost 9 el corte superior se había simplificado, la Ghost 10 da una vuelta de tuerca manteniendo la base de la estupenda malla "Air Mesh" de doble capa con aperturas más grandes que faciliten la transpiración y dejando el entramado de material termosellado "3D Fit Print" para conferir una estructura que ajuste bien en la posterior y dote a la zapatilla de una buena estabilidad. La comodidad del interior y lo mullido de la zona del collar recuerdan a su hermana mayor, la tope de gama (y de precio) Glycerin 15.
En la mediosuela de la Ghost 10 llama la atención la pieza específica para la absorción de impactos de la parte trasera, algo que sin duda agradecerán los corredores de mayor peso que aterricen con el talón. Al igual que en su hermana con correción de la pronación Adrenaline GTS 17, la amortiguación recae en el fiable y duradero BioMoGo DNA que ofrece un tacto tirando a blando. La suela mantiene una configuración parecida pero con los surcos transversales en la parte delantera más marcados para mejorar la flexibilidad y favorecer una transición más suave. Como es habitual, se usa un material más robusto (HPR+) en las zonas más expuestas para alargar la durabilidad.